Se despiertan
desayunan siempre del mismo plato.
Se despiertan y se besan como cazadores
y odian y se odian y odian la rutina de sus labios,
y odian y se odian y odian el brillo de otros ojos
y odian y se odian y odian la magia de otras lenguas.
Se despiertan y ven sus caras en el espejo de los narcisos ciegos.
Son felices, tan felices, increíblemente felices,
felices de risas grotescas y dientes amarillos
Así se aman los odiantes, espejo mediante.
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