viernes, 24 de septiembre de 2010

Los odiantes

Se despiertan

desayunan siempre del mismo plato.

Se despiertan y se besan como cazadores

y odian y se odian y odian la rutina de sus labios,

y odian y se odian y odian el brillo de otros ojos

y odian y se odian y odian la magia de otras lenguas.

Se despiertan y ven sus caras en el espejo de los narcisos ciegos.

Son felices, tan felices, increíblemente felices,

felices de risas grotescas y dientes amarillos

Así se aman los odiantes, espejo mediante.

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