martes, 14 de septiembre de 2010

Ebrios angelitos

Yo soy un ciego de los peores
en cosas de amores no aprendo más:
cuando la veo tengo temblores
para los que ya no tengo edad.

Ebrios angelitos, acudan en mi ayuda
para detener el vaivén de su cintura.

Yo era un hombre bueno, y lo sigo siendo,
y si fui malo fue sin querer
o tal vez fue sin querer queriendo
que es como sé querer a una mujer.

Ebrios angelitos, acudan en mi ayuda,
quiero ser duro pero soy pura ternura.

Si tuve mujer fue sólo una
con un lado sombrío como la luna.
Si tuve algo que perder fue la cabeza
por unos labios rosados que ya no me besan.

Ebrios angelitos acudan en mi ayuda
quiero descansar de tanta hermosura.

Y ahora me voy con el silencio,
prendo tres velas al santo de la canción.
Espero que no las apague el viento,
porque sin luz es más doloroso el dolor.

Ebrios angelitos, acudan en mi ayuda
que los años me están pasando factura.
Ebrios angelitos, acudan en mi ayuda
ya me cansé de tanta diablura.

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